lunes, 15 de octubre de 2012

El turno del cuarto mosquetero

Domingo, 31 de enero de 2004. Ese día es el último en el cual un tenista no llamado Roger Federer, Rafael Nadal o Novak Djokovic estuvo en la cima del tenis mundial, copando ese tan ansiado por muchos número 1 del Ránking ATP. El tenista del que hablamos no es otro que Andy Roddick, que cedería el trono ante Federer tras la consecución por parte del suizo de su primer Open de Australia.

Desde entonces han pasado 455 semanas. Casi 9 largos años gracias a los cuales Federer puede presumir de haber alcanzado las 300 semanas como líder de esta clasificación, récprd absoluto. Casi 9 largos años en los que ha dado tiempo a que dos tenistas completen el Grand Slam y un tercero se haya quedado a las puertas de ello.

Y ha habido un cuarto tenista que siempre ha estado cerca del nivel mostrado por el terceto Federer - Nadal - Djokovic. Un cuarto tenista que a lo largo de estos últimos años siempre ha estado a la sombra, cosechando logros, torneos con mucho prestigio como son los Masters 1000, pero al que le ha faltado dar ese paso adelante para que se le pudiera empezar a juzgar de igual a igual con estos tres mosqueteros de la raqueta.

Andy Murray ha dado ese paso que se le exigía en este 2012. La gran esperanza británica está dejando de serlo para convertirse en realidad, en una verdadera alternativa al trono ATP.

Benditos Juegos Olímpicos para el británico. En su casa, sobre la hierba del All England Club, Andy perdió los miedos después de destrozar a Roger Federer contra todo pronóstico. Esa medalla de oro tuvo un valor para Murray mucho mayor que los 750 puntos para el ránking que significaba ganar el campeonato. En lo que se refiere a puntos ATP, este título tiene menos valor que un Masters 1000. Pero moralmente no. Para Murray fue como haber ganado un Grand Slam, de golpe y plumazo se había logrado quitar esas tenazas que le sujetaban.

Y se demostró en el US Open. Allí logró su primer Grand Slam el escocés. En Flushing Meadows demostró que el viejo Andy había quedado atrás, ese Andy que había perdido con anterioridad sus cuatros finales de Grand Slam, ese Andy que en el momento de la verdad se arrugaba y bajaba la cabeza ante los tres tenores.

No pasa nada porque haya perdido la final de Shanghai ante Djokovic después de haber gozado de numerosas pelotas de partido, eso les ha pasado a todos los grandes y será una derrota de la cual aprenderá.

Actualmente en el número 3 de la ATP, Murray debe ser consciente de que en 2013 tiene una oportunidad de oro para alcanzar la cima del tenis mundial. Defiende muchos menos puntos que Federer, Nadal y Djokovic en la primera mitad del año. Depende de sí mismo para lograr ser el primer británico en la Era Open en llegar a lo más alto del ránking ATP.


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